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ASG PODS - Conexión Sostenible

Episodio 12: El sol sale para todos

  • Foto del escritor: ASG PODS
    ASG PODS
  • 6 jun
  • 24 Min. de lectura

A continuación te compartimos la transcripción del Episodio 12 de ASG PODS sobre Energías Limpias, con nuestro invitado, Juan Diego Gómez.




Escúchalo también en Spotify



Soy Liliana Carbone y junto a Juan Carlos Franco les damos la bienvenida a ASG PODS, el espacio donde la sostenibilidad se encuentra con la voz de la experiencia.


En esta serie de conversaciones nos sumergiremos en el fascinante mundo de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el entorno empresarial.


En cada episodio de ASG PODS, tendremos la oportunidad de conversar con personas que han sido líderes y pioneras que han marcado la diferencia en la implementación de prácticas sostenibles.


Son historias reales, llenas de desafíos, aprendizajes y sobre todo de inspiración.


Conversaremos sobre cómo estas iniciativas no sólo transforman empresas, sino que generan un impacto positivo en nuestra sociedad y medio ambiente.


Les damos la bienvenida a ASGPODS.


Introducción al invitado: ¿Quién es Alejandro Echeverri?

Juan Carlos:


Bueno, hoy tenemos otra vez un invitado muy especial: Juan Diego Gómez Zuluaga. 


Juan Diego es uno de esos jóvenes colombianos, emprendedores, empresarios,  dedicado al desarrollo de negocios en el mundo de las energías renovables. Tuve la fortuna de conocerlo cuando estábamos viendo cómo utilizar la infraestructura educativa distribuida en nuestro país, para poder generar energía eléctrica y llevar soluciones de energía, tanto a esa infraestructura de educación, como a comunidades apartadas.


Juan Diego es Administrador de Empresas de la Universidad del Rosario, tiene una maestría en Administración de Empresas de la Escuela de Negocios de Navarra, tiene una maestría en Energías Verdes y Tecnologías para la Eficiencia Energética de la Universidad de San Pablo y tiene estudios para escalamiento de emprendimientos y negocios de la Escuela de Negocios de Harvard.


Juan Diego inicia en el año 2008, con la empresa Termosolar en Abu Dabi, trabaja en Emiratos Árabes en la época de la crisis financiera del 2009 y 2010, y comienza a liderar la difusión de la energía renovable en Colombia desde el 2012, entregando más de 15.000 soluciones independientes a la red y más de 5 MW en soluciones distribuidas en todo el país.


Juan Diego, bienvenido.


Juan Diego:


Hola, muchas gracias, Juan. Muchas gracias.



  1. ¿Por qué América Latina tiene todo para liderar la transición hacia energías limpias?

Juan Carlos:


Juan, hablar de energía y hablar de transición energética es cada vez un área más común, un punto donde más personas nos encontramos. Venimos evolucionando de fuentes de energía muy tradicionales como el carbón, el petróleo, en algunos sitios del mundo de la geotermia y estamos desde hace unas décadas entrando en el mundo de la energía solar, de la energía eólica. ¿Hacia dónde va la tendencia de esa industria de las energías limpias en Colombia y en América Latina?



Juan Diego:


Bueno, ahí digamos que hay principalmente un reto, y yo creo que se resume fácil, la energía es casi como el alimento hoy en día. Tú te levantas y lo primero que haces es tomarte un vaso de agua y prender la luz. Y eso es un hábito y cada vez estamos más... llamémoslo dependientes, porque cada vez desde los “DeFI´s”, desde la descentralización de las finanzas, hasta la misma iotización, como estos pequeños componentes que llevamos colgados que necesitan energía, pues han resultado o han generado un mundo de innovaciones que nos hemos venido adaptando.


Pero el reto, digamos que a nivel mundial, y es uno de los desafíos que tienen hoy los grandes comercializadores de, llamémoslo, de productos de energía, es que la demanda energética se va a triplicar en los próximos 30 años. Es decir, tenemos que construir infraestructura que hemos venido construyendo en 100 años, en menos de 30. Y eso es un desafío porque no solo es la infraestructura que la mueve, sino también la que la genera.


Y si tú comienzas a entrar en detalle de cuándo comenzamos a montar la gran generación y la gran transmisión: nacimiento de las hidroeléctricas, nacimiento en países donde se podía, en el caso de países donde no, pues todo el desafío de las nucleares. Estamos hablando de que la generación a gran escala, como la conocemos, tampoco lleva 100 años. Y realmente el reto es cómo hacemos para hacer en 30 años lo que se hizo en 100. Obviamente hay mejores tecnologías y demás. Y ahí comienza a arrancar, voy decir, una obsesión a partir de los 70, principalmente de las petroleras, que han sido como las que, curiosamente, buscaron un mecanismo de innovación y tal vez fue British Petroleum el que trató de hacer eso, de encontrar nuevas fuentes.


La termosolar y la fotovoltaica, por ejemplo, no son tecnologías nuevas, son tecnologías hasta viejas. Lo que pasa es que en ese momento no eran costo-eficientes. Y yo recuerdo, además, que cuando yo entré a la industria, casi que mi primer trabajo fue en una empresa que hacía proyectos solares. Y en esa época, te estoy hablando 2006, los fabricantes de paneles solares estaban en Alemania, en España y otros regados por el mundo y nosotros comprábamos el vatio de panel a 2.5 dólares; hoy lo compras a 11 céntimos de dólar.


Entonces es una locura como en menos de 15 años, una vez lo tomaron los taiwaneses que fueron como los pioneros en arrancar con la masificación, y después los chinos lograron bajar el precio a lo que tenemos hoy. ¿Eso qué hizo? Pues que la energía hoy, ese tipo de energía fuera concebida como, voy decir, asequible. 


Y eso abre un universo en los países, unos más evolucionados que otros, y además va rotando. Por ejemplo, el caso de España. Hubo un boom de solares, y después cayó el boom de solares y hubo un boom de eólicos, y ahora están otra vez en el boom de solares. No deja de haber un gran riesgo, porque hoy lo que pasa con las tecnologías, sobre todo, es que las renovables tienen una característica asociada a ellas mismas, y es que no son frecuentes; o dependes del viento, o dependes del sol, o dependes de que pase algo que es ajeno a tu control.


Tú en una termo o en una hidro, pisas el acelerador. En las renovables no puedes pisar el acelerador. No le puedes pedir al sol “oye, hoy tienes que salir un poco más” y al viento “sopla un poco más”. Sí hay formas de predecirlo, pero aun así todavía no tienen ese nivel y ese grado de certeza. Y eso se convierte en los mayores desafíos para la integración de las renovables a nivel mundial. 


Colombia está un poquito, voy a decir, por detrás de otros países que ya están sufriendo lo que es, llamémoslo, comenzar a diversificar la matriz a renovables por la característica de la baja frecuencia que tiene. Y cuando me refiero a la frecuencia es que el sol sale de seis de la mañana a seis de la tarde y nadie te garantiza que no lo tape una nube. Y entonces esa energía no la vas a tener.


Juan Carlos:


Claro, tenemos incertidumbres cuando hablamos de las fuentes de energía solar y eólica, pero de otra parte, cuando hablamos de energía térmica, por ejemplo, tenemos que explotar el carbón en algún sitio, transportarlo hasta donde está la termoeléctrica, generar la energía en la termoeléctrica, montarla en unos sistemas de transmisión, llevarla a los centros de consumo y montarla en una red de distribución para llevarla a las viviendas, a las instituciones, a las industrias.


  1. ¿Qué es la generación distribuida y por qué está revolucionando el acceso a la energía?

Juan Carlos:


Y la generación distribuida, cuando somos capaces de generar la energía mucho más cerca, de donde la construimos y la logramos almacenar, pues aporta un valor a esa contraposición de la incertidumbre. ¿Cuál es la tendencia en Colombia y en América Latina de esa energía, de esa generación distribuida, de poder generar la energía en las cubiertas o en los techos de las casas de las industrias, de los comercios, de las instituciones, y que efectivamente podamos almacenarla para que esa incertidumbre se reduzca y podamos hacer un consumo de una energía más eficiente? porque nos evitamos una cantidad de transportes y de movimientos de la energía de un sitio a otro.


Juan Diego:


Yo creo que tal vez ese ha sido el nicho donde nosotros más nos hemos enfocado, principalmente porque además es un negocio, es un negocio que puede ser muy rentable. Y comienza a existir una figura que, técnicamente, ya existía en la regulación en Colombia, en otros países también, y entonces te voy a poner el caso de lo que pasó en España y lo que está pasando en Colombia. Eso generó un incentivo espectacular en su momento en España y se generó un volumen tan importante de generación distribuida que, en algún momento estaba poniendo en riesgo la oferta de los generadores y transmisores que, de cierto modo, eran… o estaban medio integrados o tenían una relación fuerte.


Es decir, había un monopolio, un duopolio, lo que fuera de energía, y de repente, eso ponía en riesgo su negocio. Y pusieron el impuesto al sol y entonces comenzaron a castigar la generación distribuida. Entonces lo incentivaron con un “premium” demasiado, voy decir, exagerado por ponerlo de alguna forma, que hizo que fuera un negociazo, entonces tú hacías una inversión de 10.000 euros y la pagabas en dos años, y el resto te quedabas facturando por eso, entonces era un negociazo. Y eso, pues, los que ya habían logrado entrar en eso, les respetaron una parte y de ahí en adelante comenzaron a limitar, porque de cierto modo se les fue como un poquito el cálculo en lo que subsidiaron, se pasaron en ese grado de negocio.


En Colombia, por eso se tomó con un poquito más de temor, yo creo que la experiencia mundial, y aquí, digamos que en términos de regulación, la tecnología va por delante de la regulación, de cierto modo el país se va adaptando. Pero, por ejemplo, hoy en Colombia es un fenómeno que se viene construyendo por años y cada vez madura más. La generación distribuida hoy es un muy buen negocio. Tú puedes construir un activo que hace tres años la pelea era “bueno, no es que el medidor no me compensa bien”. Y era como la pelea, muchos la recuerdan o la puedes comparar, como cuando los operadores móviles entraron a Colombia. La gente tenía nervios, porque al final su dinero desaparecía en cinco minutos y decía “yo estoy pagando este saldo, y se me desaparecieron los minutos”.


Ese temor en la energía comienza a pasar porque tú dices “oye, yo demando un millón de pesos de energía y de repente estoy generando dos millones, entonces, ese millón adicional ¿quién me lo va pagar? Es que ahora estoy al revés”. Entonces genera un fenómeno de prosumidor, que es una característica muy puntual en donde un consumidor se vuelve un productor y eso se puede simplificar desde una persona en una vivienda hasta una zona franca entera o hasta un grupo industrial, generando en una frontera. 


Y es como una agrupación que toma una posición de generación ante un incumbente, que en este caso sería un operador de red. Y a él le sirve esa energía, porque al final, como se está necesitando tanta energía, este fenómeno de la distribuida les va a permitir recibir de otros sitios en donde la iban a necesitar, evitándose lo que tú dices.


Juan Carlos:


Tiene mayor oferta.


Juan Diego:


Claro, tiene mayor oferta y se está ahorrando un par de letras de la factura. Porque la factura tiene la “G” Generación, “T” Transmisión, “D” Distribución y “C” Comercialización, las cuatro letras principales; pues está ahorrando dos letras. Está sacando a dos actores de la cadena y eso es algo que se puede compartir con el prosumidor. Y eso va a generar un fenómeno de generación distribuida muy interesante, en Colombia se están viviendo unos casos espectaculares y además con todo tipo de tecnologías. Y ahí pues se vuelve el reto del almacenamiento.


Entonces cuando pasa ese fenómeno tienes la opción de, si la red es buena, de utilizar la red de batería virtual. No compensa tu poner una batería gigante porque no es costo-eficiente, pero hay sitios en donde sí compensa. Y entonces ahí, por ejemplo, todavía no hay una regulación que te permita pagar el costo de esa batería, pero va a salir, porque hay sitios en donde, para resolver ese problema de la baja frecuencia, pues va a ser muy útil tener un activo que responda a ello y que se pague por él.


Juan Carlos:


¿La red de respaldo o el banco de baterías de respaldo?


Juan Diego:


Exactamente. Y tú utilizas la red de batería virtual en el caso en donde hay muy buena red, y en donde la red es pésima, hay que invertir en infraestructura. Entonces puedes invertir en mejor infraestructura o en infraestructura de respaldo. Y esas son las decisiones económicas que comienzan a tener los OR (el OR es el operador de red), y que de pronto la inversión la haga un tercero y no ellos, y ellos compensar por la energía... Y comienza a haber una dinámica de mercado en donde comienzan a surgir compañías como los operadores móviles virtuales, pues hoy están haciendo compañías que son generadores o comercializadores virtuales de energía, que principalmente no tienen infraestructura y se apoyan la infraestructura de los otros para generar un modelo de negocio de la factura.


Juan Carlos:


…de comprar y vender energía de manera distribuida. Entonces no solamente está la generación distribuida, sino esa comercialización, esas nuevas formas de comercialización. Y dentro de la generación distribuida, ese reto de almacenamiento, entra otro tema que en algún momento hablamos, que es: cómo podemos llevar por ejemplo, las baterías de segunda vida de los vehículos que utilizamos en el sector transporte, para apoyar esos procesos de almacenamiento y fortalecer la generación distribuida en el país.


Juan Diego:


Esto yo creo que es una de las mayores obsesiones que puede tener, yo creo que nuestra empresa, y puede tener que ver conmigo mismo que digamos que soy un “freak” del reciclaje, voy a ponerlo de esa forma, y por eso resulté en (energía) renovable, pues porque quería hacer algo que de pronto fuera con mi instinto de cuidado. 


Y ahí, digamos que hay un fenómeno mundial y es que las baterías de los vehículos eléctricos y gran parte, digamos, que ese almacenamiento que se generó para que naciera una industria, hoy esos activos están quedando en dos sitios, o en, llamémoslo, en una disposición final que implica separar los componentes y monetizarlos, porque hay mucho valor o dinero en esos activos, o en darles más que segunda vida, se está hablando de un segundo uso o de un “refurbish” en donde puedan prestar un propósito que no sea la aceleración de un vehículo eléctrico sino más estos modelos de respaldo.


Dentro de eso, hay digamos que iniciativas, nosotros puntualmente tenemos una alianza firmada con uno de los más importantes de Europa que ya tiene asegurada una gran cadena de suministro y ya con ellos, inclusive acabamos de presentarnos en conjunto a una convocatoria nacional para resolver ese problema con el mismo gobierno. Entonces, está siendo una cosa bien interesante porque el reto de las renovables no necesariamente está en la generación, sino en el almacenamiento. Y aquí estás, además, teniendo un “green premium”, porque estás utilizando algo que ya, de cierto modo, tuvo su contabilidad, voy a decir, ambiental, por ponerlo de alguna forma, y le estás dando un re-propósito que, además alargando una vida que de otra forma no existiría. Entonces, estás ahorrando un problema y se vuelve un negocio como tecnológico-logístico y ahí es donde hay una oportunidad gigantesca en la medida en que esa industria madure en Colombia.


En Bogotá hay casi mil buses eléctricos que trabajan todos los días. Hay dos tipos de eléctricos en el país importantes: los de alta gama, voy a ponerlo de esa forma, y el eléctrico de transporte público. El de alta gama, la probabilidad de uso, pues es un vehículo de alta gama, entonces no un vehículo que está todo el día rodando y digamos que la probabilidad de que esa batería salga al mercado es más bien... o no va a haber tanto volumen por las dos razones, porque es de alta gama, uno, y dos, porque no hay una subvención estatal que permita acceso a otro abanico de vehículos eléctricos. 


Aunque en Colombia hubo una concepción y de pronto ha habido, o hay hoy un escenario de que hay más vehículos eléctricos, no necesariamente va a pasar lo que pasa en Estados Unidos, que ya lo vimos, que hubo un boom, el Nissan Lift y todo lo demás. Mira, aquí Nissan Lift, que es el rey del eléctrico en su origen, en Colombia no hay ninguno. En Europa hay millones, en Estados Unidos hay millones de baterías. Aquí esas nunca llegaron porque no había un incentivo como para ese “entry level”. Entonces las baterías de los alta gama, además son baterías de muy buena calidad y la probabilidad de que entren en desuso, es un poquito más alejada. 


Sin embargo, las del transporte público, ahí hay un reto gigante, porque esas sí van a entrar al mercado. Entonces ahí se trata un poquito de trabajar en asegurar ese suministro y poder buscar ese segundo propósito en el corto plazo, es donde va estar el reto.


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  1. ¿Qué obstáculos frenan la inversión en energías limpias en Colombia?

Juan Carlos:


Hay una gran necesidad por fortalecer la generación de energía eléctrica. Hay un crecimiento importante en la demanda y es importante preguntarle, Juan Diego, usted que está metido en ese sector, ¿Cómo está viendo el flujo de capital y de inversión hacia el sector de la generación de energías renovables?


Juan Diego:


A nivel mundial, impresionante. Se ha convertido en una obsesión mundial, enfocarse en las energías limpias. Y eso trae consigo mismo también unos modelos, llamémoslos, concesionarios de tasas y de capital que le dan ese acceso a poder construir infraestructura con un “project finance” que te permita, de cierto modo, tener un cierre más rápido, que es un poquito la lógica.


Dentro de Colombia es un reto gigante y es un país hidro, en donde todavía la energía, aunque se necesita, no es tan competitivo, entonces aquí en Colombia, los inversionistas de generación a gran escala de renovables no son internacionales. Eso te da una señal de que todavía hace falta por hacer algo. Y los internacionales que corrieron un poquito la apuesta, hoy no logran cierre financiero y algunos ya se han ido. Pero no es porque no se vaya a necesitar la energía, es porque están compitiendo contra un mercado que es barato y que además tiene unos incumbentes muy fuertes.


Porque la petrolera es dueña de la transmisión, o la empresa de energía más grande del país, también es dueña de generación. Y aunque se ha tratado como de separar los roles, pues los que ya tenían el rol desde hace años no se lo quitaron. Entonces esa posibilidad de estar a todos los lados de la cadena ha limitado la entrada de competidores que puedan traer ese tipo de capital. Y el mercado tampoco lo entendía. Entonces la banca local no había logrado encontrar por qué era negocio. Ya lo encontró. Entonces era algo que no había pasado jamás. 


Y hoy la banca local está muy enfocada y ya se comienzan a ver cuatro, cinco bancos jugando o entrando al mercado de manera agresiva, inclusive como copropietario de los activos. Entonces ahí los que van a ayudar a empujar muchísimo eso para que ese mercado crezca, van a ser los bancos locales.



  1. ¿Cómo funciona una empresa de triple impacto en el sector energético?

Juan Carlos:


Yo lo conocí a usted, Juan, como presidente de Sun Colombia. Por qué no nos cuenta un poquito de Sun Colombia, de dónde nace, de cuál es su recorrido, y nos abre las puertas a explicarnos qué va a hacer Sun Company.


Juan Diego:


Bueno, Sun Colombia nace de… yo vivía en el Medio Oriente, en Abu Dabi, trabajaba en proyectos de “oil and gas”, y estando allá, tuve la suerte de entrar a trabajar en un proyecto termosolar, que en ese momento era el más grande del mundo. Y ahí pues vi que quería hacer algo a la sociedad de las renovables. Inclusive renuncié a mi cargo de “Country Manager” de una empresa emiratí para venir a emprender a Colombia.


Y fundo una compañía que se llamaba Sun Colombia con un eslogan que decía, “El Sol Sale para Todos”. Y es un dicho muy paisa que es, que siempre en los negocios, aunque haya competencia, pues se puede vivir. Y eso es la empresa. Y ese slogan, de cierto modo, marcó mucho el ADN de esta compañía. Porque cuando comenzamos a trabajar en Colombia hace 12 años, no había negocio en la ciudad, por lo que te decía la regulación. Aunque existía un marco regulatorio, no estaba adoptado y no había cierre financiero en los proyectos de ciudad. 


Entonces arrancamos con proyectos rurales, en donde nos compraban las fundaciones, donde nos compraban los que necesitaban hacer cosas fuera de la red. E históricamente antes de eso, en Colombia ya habían existido muchas empresas de energía solar, pero siempre como en el tanteo de resolver un problema de ciudad, pues no había negocio y cerraban.


Nosotros arrancamos en un momento, voy a decir que por azar o por suerte, en donde comenzaba a haber un volumen de negocio en la electrificación rural, en la generación distribuida, en cosas muy asociadas a eso. Y eso nos da el nacimiento y esa compañía comienza a involucrarse mucho en los modelos de “pay as you go”. Entonces comenzamos a ver que podíamos hacer un negocio alrededor de energía distribuida que fuera prepago. Ahí tuvimos unos primeros pilotos en sociedad con EPM, en donde aprendimos una lección gigantesca. Y esas dos cosas marcaron el comienzo o el origen de una compañía que, de cierto modo, se dedicó a conquistar la ruralidad con energía.


Después de eso, ya digamos que habiendo madurado en eso, pues vimos que finales de 2018 y 2019, comenzábamos a tener una posibilidad interesante también en el mundo interconectado, a entrar a las ciudades y ahí comenzamos también a entrar en el mundo comercial e industrial y pues nos comenzó a ir muy bien porque veníamos de ser eficientes en términos técnicos, la compañía ya tenía un volumen importante y eso hace que entre un fondo de inversión, un par de fondos de inversión y un fondo de “venture” a buscar ayudarnos a crecer en otros sitios.  Entonces, comenzamos a analizar alternativas hace un par de años, vimos que en Colombia, aunque todavía tenemos mercado y nos va muy bien, podríamos comenzar a ver con un modelo distintivo, ir a otros países.


Y ahí nace Sun Company, en donde pues arrancamos un modelo de transición, a ir a otros países a hacer generación distribuida con modelos de respuesta a la demanda, en donde pues, ponemos unos parques solares con baterías en sitios de una red que de pronto está teniendo unas desviaciones, o ir con nuestro modelo de electrificación rural pero más asociado a “mini grids” a atender comunidades en un modelo “ESCO”, que es una “energy service company”, en donde podemos nosotros poder conseguir la titularidad del activo a través de un “private finance” y comercializar una energía que de cierto modo no iba a existir, entonces tiene un mejor precio para nosotros y obviamente para las comunidades que en su momento, por ejemplo, generaban energía con fuentes fósiles, principalmente diésel.


Y hace un año la compañía comienza con un modelo de transformación e internacionalización en donde comenzamos a abrir otros países y comenzamos a buscar otros mercados muy de la mano de, principalmente, uno de nuestros clientes locales que querían que fuéramos a otros países con ellos y otro asociado a una financiación verde en dólares, mucho más eficiente que hace que los modelos de negocios cierren mejor y que en Colombia, de pronto, con los tipos de cambio, es más difícil poder tener ese nivel de exposición.


Entonces, en una estrategia de invertir el “pareto” peso-dólar y de comenzar a ver otros países basado en tener “pipeline” con clientes propios, arrancamos Sun Company. Actualmente tenemos oficinas o bases en Panamá, en República Dominicana y próximamente en Guyana.


Juan Carlos:


Juan Diego, ¿cómo se ve desde el sitio donde usted se mueve la estrategia de nuestras grandes empresas vinculadas a los temas de energía: ECOPETROL, ISA, EPM? ¿Cómo ve usted desde dónde está sentado esa estrategia? ¿Hacia dónde van? ¿Qué tan rápido nos estamos moviendo hacia las renovables? ¿Qué barreras están encontrando y qué oportunidades están capitalizando?


Juan Diego:


Mencionaste las cuatro joyas de la corona. Esas joyas de la corona son empresas con un apetito y con una caja que es interesante sobre todo porque son industrias en las que, por lo general, no se invierte en innovación y mucho menos en transformación porque ya están de cierto modo muy cómodas en un negocio.  Estas cuatro no sienten esa comodidad. Todo lo contrario, son como muy disruptivos en buscar cómo resolver problemas que hoy no tienen pero que van a tener.


Mi percepción... eso es personal y es cosecha propia de lo que va a hacer Ecopetrol, yo lo llamo el “Total Energy’s play”. ¿Qué hizo Francia con Total Energies? Era una empresa de petróleo y de repente Total Energy se convirtió en una de las empresas renovables más grandes del mundo en África y en otros países. 


¿Pero con qué? Con la caja del petróleo. Inclusive metiéndose hasta en electrificación rural, metiéndose en cosas bien interesantes. Entonces para mí es como una jugada muy parecida a la que en su momento hicieron los franceses y no me parece descabellada, todo lo contrario. Es decir, seguimos haciendo la explotación y con esa caja construimos un modelo de energía. Y de repente son dueños de la empresa de transmisión más grande de Colombia y entonces eso les permite no solamente tener el camino servido, porque al final ya tienes la autopista, solo tienes que poner los carros.


Y el caso de EPM, pues también pasa algo muy parecido y es una empresa que además todas ellas han venido teniendo o invirtiendo en “venture capital” ellos mismos y el resultado de los dos primeros fondos de EPM es muy bonito y han tenido unos resultados interesantísimos. Este segundo fondo ya está con empresas en Brasil, en Irlanda, en no sé dónde. Entonces están comprando innovación y la están inyectando al país. Y eso es espectacular. Y es difícil, porque al final dices “oye no, pero es que en “venture capital”, la plata de EPM, si es pública es del pueblo y estás…” Pero no, es como una reserva muy interesante, un capital que para mí es lo que deberían hacer muchas de las compañías grandes. 


Inclusive, ISA también tiene algo muy parecido que está comenzando ya a lanzar, en donde invierten en comprar o en desarrollar innovación para futuros problemas que van a tener.


Juan Carlos:


Ya hablamos del impacto ambiental de las energías renovables, de temas sociales vinculados con las energías renovables y con cómo esas energías y esa generación distribuida nos permite llegar a sitios donde de otra manera ha sido o era muy difícil llegar. 


¿Por qué no hablamos un poco del rol de la empresa que lideras en ser un modelo de empresa de triple impacto? ¿Qué es una empresa de triple impacto y por qué has logrado liderar una empresa en ese escenario, jalonando los intereses de los diferentes grupos de interés hacia ese modelo de negocio?


Juan Diego:


Sí, hay una frase que yo utilizo mucho, que dice que si tienes un componente ambiental, social y además eres económicamente viable, eso es como un “triple play” y eso parece difícil de conseguir, pero realmente, es al revés. Muchas compañías quieren volverse de triple impacto y nosotros nacimos en el triple impacto. Y eso ha hecho también  que se utilice un poquito ese modelo ya en casos de aplicación en otras compañías en donde quieren lograr esos objetivos.


Ahí, principalmente, el reto que yo veo (y es a veces una confusión), en donde a una compañía como la nuestra se le permite perder dinero porque está generando impacto ambiental o social. Y eso es algo que no se puede permitir. Si tú no dejas que eso te confunda, porque al final tú, para generar el resto de las sostenibilidades, tienes que ser primero económicamente viable. 


De lo contrario, no puedes pagar eso. Y hasta en los modelos de negocios. Si quieres pagar un “green premium”, pues tienes que tener el “premium”, de lo contrario, no pagas el “green”. Entonces, ahí es donde yo creo que está el pilar fundamental, no olvidarse de eso.


Juan Carlos:


Y eso es muestra clara de cómo lo social y lo ambiental no son un costo, sino que son un elemento de inversión y de generación de valor a través de estrategias como las que han implementado ustedes a través del tiempo.


Juan Diego:


Se vuelve un negocio.



  1. ¿Cómo transformar baterías y paneles solares en educación y bienestar?

Juan Carlos:


¿Cómo capitalizar el bienestar ambiental y social en un negocio? ¿Cómo transformar ese bienestar en un negocio? Otro de los escenarios que me han parecido fascinantes de esta historia de emprendimiento, son las aulas solares. 


Estas nuevas generaciones nacen con una sensibilidad ambiental muy particular y no hay un mejor sitio para enseñarles y acercarlos a estas energías renovables y a estos conceptos de sostenibilidad y de responsabilidad ambiental y social a estas nuevas generaciones, que en los colegios. En el sitio donde los jóvenes se forman, donde los niños y jóvenes comienzan a tener diálogos y contacto con el conocimiento y con lo que va a ser su desempeño futuro. 


Y ustedes entran a ese escenario de la formación de niños y jóvenes con tecnología solar para unas aulas que están en unos sitios, en donde de otra forma, llevar energía sería impensable, pero además de la energía, llevan el conocimiento a través de internet y entonces conectan el conocimiento que hay en distintas zonas del país a unos sitios en donde llevar maestros y llevar conocimiento no era sencillo. 


Un ejercicio de infraestructura educativa y energías renovables y educación y gestión del conocimiento formidable. ¿Por qué nos cuenta un poco el inicio y en dónde vamos y a dónde va a llegar?


Juan Diego:


Ese es uno de los proyectos más bonitos que hacemos y realmente ha sido... hoy se convirtió en uno de los productos de obras por impuestos del país. Además nace de... hay un caso, que no me lo han compartido aún, pero lo están construyendo, de innovación frugal. Porque al final lo que se buscaba ahí realmente era hacer un activo de energía. Pero ya estando en el sitio con un activo superdotado de energía, no nos hacía sentido no poder hacer más cosas. 


Tú igual tienes que construir un gabinete para proteger a unos equipos, y qué pasa si lo haces más grande y pones unos pupitres y traes modelos de educación.  Entonces, en algún momento nos decían: ¿Pero usted es una empresa de educación? “No, no, no, yo soy una empresa de energía”. ¿Y entonces por qué está llevando educación? No, porque es un valor agregado que estoy llevando con un modelo de integración. 


Ahí pasó algo muy interesante y es, cuando arrancamos las primeras, pues digamos que no llamó la atención del Ministerio de Educación. Inclusive el Ministerio de Educación nos mandaba clientes. Decía “oiga, ¿quiere hacer una inversión tal? Vaya que Sun Colombia, es el que le puede construir eso”.Y eso fue hace dos años en una entrega de una en Providencia, una que construimos en Providencia justo después del huracán, que me senté con un grupo del Ministerio de Educación, además, esperando el vuelo de San Andrés a Bogotá, y fuimos un minuto a la playa y a sentarnos a hablar, y me dicen: “oiga, ¿es que usted se está inventando el nuevo modelo de educación de Colombia o qué?” Así como desafío “¿usted por qué está montando cosas que no aprueba el Ministerio de Educación?”


Entonces la respuesta fue “no, no, pues para nada, ¿cómo se les ocurre? Más bien, ¿por qué no colaboramos y creamos una idea que pueda servir para los dos?” Entonces ahí ellos dijeron “no, es hay una cosa muy importante de lo que usted está haciendo que se llama “la pertinencia”, que de pronto no es totalmente pertinente” a algunos.... Y cuando me refiero a “pertinencia” es que el Ministerio tiene un plan y de pronto yo no sé… traía un tema educativo que no estaba aprobado por el Ministerio de Educación. 


Entonces, hace un año y medio, además dentro del equipo, un equipo de operaciones, voy a decir de ingenieros, eléctricos y electricistas… tenían que, dentro del contrato, encontrar la fórmula de que pudiéramos traer los contenidos del Ministerio de Educación. El Ministerio se voltea y dice “es que hemos invertido miles de millones de pesos en desarrollar ese modelo y no lo hemos podido llevar porque no hay conectividad en los sitios”. Oiga, ¿y qué pasa si nos inventamos un modelo tal, volcamos sus contenidos de un tera en un sitio y usted tiene su pertinencia, usted tiene sus contenidos por los que ya pagó, la comunidad recibe sus contenidos y no necesitamos el Internet? 


Y desarrollamos el producto con el Ministerio de Educación y ha sido muy bonito porque al final ellos... le dieron la pertinencia, el sello, el aval, y es una iniciativa de ellos. Al final ellos se van a quedar administrando la educación de ese sitio. Yo no, no… ese no es mi negocio. Pero pues nació de una idea, de una carencia, fue evolucionando y de repente fue una co-creación que terminó en algo bien interesante, que además ya a ellos les permite tener un observatorio y tener cosas de seguimiento, de trazabilidad…y eso en cargo, sin que a nosotros como empresa de energía nos haya o nos vaya a significar en el mediano plazo pues... tener que montar una unidad de educación.


Entonces, simplemente lo que hacemos es que nosotros generamos la energía para que otros servicios pasen, como pasa con el agua, como pasa con la energización misma, y esa ha sido como un poquito la vocación. Entonces, ese proyecto… hicimos un primer informe de impacto con una empresa de emisión de Impacto que se llama “60 Decibels”,  que es una de las autoridades de esto en el mundo porque tiene unos estudios espectaculares hace dos años, y en septiembre comenzamos el segundo estudio de impacto, para medir un poquito el “baseline” y comenzar a ver toda esa curva de, bueno, cuando estudiamos… ese estudio fueron creo que 134 instituciones educativas con energía y contenidos educativos y ahora pues, este que arranca en septiembre que terminará en enero y el resultado lo tendremos en febrero, estaríamos hablando pues ya del doble, tres años después y como toda esa medición. Entonces comienza a haber una trazabilidad muy interesante y eso también a la vez puede habilitar también capital para que se pueda traer dinero; ahí estamos teniendo ya unas conversaciones bien interesantes para energizar infraestructura social.


Juan Carlos:


Hace un tiempo comenzamos a pensar en cómo llevar efectivamente las baterías de segunda vida de los vehículos a la infraestructura social. ¿Por qué no cerramos esta conversación con otros hechos concretos de ese mundo en donde conectamos las baterías de segunda vida y la infraestructura social?


Juan Diego:


Hoy hay una realidad y a mí se me quedó grabada una frase que me dijiste. Me dijiste “yo quiero baterías con propósito”. Y entonces todo el mundo dice “Bueno, pero el propósito es generar energía”. Y tú dijiste “no, con propósito, es decir, que hagan algo más que la energía y que tengan el famoso fundamento del “purpose” en inglés”. 


De ahí nace esta iniciativa en donde cogimos unas baterías de segunda vida de unos vehículos de alta gama. Primero tuvimos que hacer una integración, probar que funcionaran, eso pues al final, porque era llevárselas a unos clientes institucionales. Las probamos, funcionaron muy bien y llevamos ya de esos “pop-up schools”, instalamos una hace cerca de seis meses, tenemos el monitoreo, un comportamiento espectacular (era de esperarse, era de alta gama), pero había que probarlo. Y pues al final las pruebas cuestan y no son días, a veces meses. 


Eso ya está rodando, para mí es el primer caso de baterías con propósito y ahí en adelante pues se abre un tema muy interesante. La semana pasada ECOPETROL nos invita a una convocatoria de economía circular y uno de los casos, pues de éxito, que además puede llegar a ser como uno de los retos que ellos quieren resolver. De cierto modo ya lo habíamos resuelto tú y yo hace un año. Entonces ahí tuvimos una buena visión.


Juan Carlos:


Pues es emocionante saber que esas ideas se materializan y que las baterías con propósito, pues ya son una realidad y se están abriendo un camino importante en Ecopetrol.


Conclusiones sobre esta conversación

Juan Carlos:


Juan Diego, esta ha sido una conversación, más que interesante, nos ilustra, nos muestra el poder que tiene la innovación, que tiene el emprendimiento, cuando está unido a energías renovables, a temas ambientales, a impacto social y cómo lograr crear valor. 


De verdad, gracias por haber aceptado esta invitación y esperamos volver a tenerlo en este podcast compartiendo toda esa experiencia… Y todo ese camino que estamos seguros que con el paso del tiempo va a seguir creciendo.


Juan Diego:


Muchas gracias.




Gracias por acompañarnos en este episodio de ASG PODS.


Esperamos que las historias y conocimientos compartidos hoy hayan sido de su interés y contribuyan a ampliar nuestra visión sobre la sostenibilidad en el ámbito empresarial.


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